Es un privilegio para mí ser portador cultural de mi comunidad y como heredero de este legado ancestral compartir algunas cosas con ustedes acerca de mí.
Como profesional Bachiller en Ciencias y Letras, miembro activo del Sector Turístico apoyando al Comité de Autogestión y la oficina de información Aktenamit, suplente en el Consejo Departamental de Desarrollo, suplente en el Consejo Nacional de Principales o Ancianos, mensajero de los Ancestros en la Espiritualidad Garífuna, colaborador en el área artístico en el proyecto Fomento y Salvaguarda de la Cultura Garífuna, Pastoral Garífuna.
El llamado a la música y espiritualidad remonta hacia los años ochenta, aunque desde niño durante el tiempo que viví en el barrio Pueblo Nuevo y Lawaira, una aldea de Livingston, tuve algunas visiones y pasaba mucho tiempo solo aun jugando. La música me cautivo escuchando al legendario Bob Marley por medio de emisoras locales inspirándome con su especial modo de tocar y cantar, me colocaba en la posición de artista frente al enorme espejo de la abuela en la sala de la casa, Roberto Carlos, Julio Iglesias, Diego Bardaguera, tantos músico en lista y los que más influenciaron mi infancia artística fueron estos grandes señores.
Empecé cantando en grupos pequeños como Aguru, Grupo Kenya, Henry Boys entre otros, luego pase a formar parte de la Súper Banda Canela de Chiquimula, en donde me sentí impotente ante la competencia como músico y necesite hacer algo mas y así conservar mi trabajo en la banda por lo que empecé a conocer y practicar el bajo, después la guitarra entro en mi vida como compañera y en el año 2006 me atrapó con la idea de seguir lo que el señor Ursino Cayetano, más conocido como “Sidu”, había dejado para nosotros después de su fallecimiento el mismo año. Parranda es una expresión musical que Sidu con mucho empeño traía paz y baile a jóvenes y adultos.
Con su partida el pueblo se queda sin ningún parrandero por lo que tomamos la responsabilidad de seguir difundiendo esta especialidad para los jóvenes y no perder esta parte de nuestra herencia musical, estamos presentes al nivel de Centro América, Haití, República Dominicana, Europa con presentaciones exitosas. Todo lo anterior es fruto de llevar con responsabilidad este legado digna de un pueblo afro luchador y firme en su fe como lo es Livingston.
Pido permiso a Dios y al espíritu de nuestras abuelas y abuelos para expresar una vez mas lo que siento y pienso sobre la historia y porvenir de nuestro pueblo, lo hare no para engrandecernos ni para menospreciarnos sino, por el afán de ubicarnos dentro de ella, aprender a contribuir a la humanidad y no repetir los mismos errores del pasado.
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